La concentración es una habilidad clave en el aprendizaje infantil, pero en muchos hogares los padres observan que sus hijos tienen dificultades para mantenerse atentos al momento de hacer la tarea. Este problema no siempre se relaciona con falta de interés o disciplina; en realidad, puede estar asociado con factores físicos, emocionales y de salud que influyen en el rendimiento escolar. Identificar estas causas es esencial para brindar apoyo oportuno y mejorar el bienestar general del niño.

Factores que afectan la concentración en niños

  1. Sueño insuficiente o de mala calidad
    El descanso nocturno es determinante para el rendimiento cognitivo. Durante el sueño, el cerebro consolida la memoria y procesa lo aprendido en el día. Niños que duermen menos de lo recomendado presentan mayor riesgo de problemas de atención y comportamiento en la escuela. La Academia Americana de Pediatría recomienda entre 9 y 12 horas de sueño por noche para niños en edad escolar (American Academy of Pediatrics, 2016).
  2. Respiración oral o apnea del sueño
    Alteraciones como la respiración por la boca o la apnea obstructiva del sueño dificultan la oxigenación cerebral durante la noche, lo que se traduce en cansancio, irritabilidad y menor capacidad de concentración al día siguiente. Un estudio de Marcus et al. (2012) mostró que los niños con apnea obstructiva del sueño presentan un bajo desempeño en tareas cognitivas y de atención.
  3. Alimentación y hábitos diarios
    Dietas ricas en azúcares simples y ultraprocesados pueden generar picos de energía seguidos de caídas abruptas, afectando el nivel de atención. En contraste, una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras, proteínas y grasas saludables, ayuda a mantener un estado de alerta más constante.
  4. Problemas emocionales o estrés
    La presión académica, conflictos familiares o cambios en la rutina pueden disminuir la capacidad de concentración del niño. La salud emocional es inseparable del rendimiento académico.
  5. Entorno de estudio poco adecuado
    Distracciones como televisores encendidos, ruidos excesivos o uso de dispositivos electrónicos mientras estudian impiden que los niños se enfoquen en su tarea. Un ambiente tranquilo y organizado es clave para fomentar la concentración.

Señales de alerta que los padres deben observar

Estrategias para mejorar la concentración en casa

Las dificultades de concentración en la infancia no deben ser vistas únicamente como falta de interés o disciplina. En muchos casos, son señales de que el cuerpo o la mente del niño requieren atención. Desde problemas de sueño y respiración hasta hábitos alimenticios y emocionales, múltiples factores influyen en su capacidad de enfocarse en la tarea.

En KIDDEN, contamos con especialistas que pueden ayudarte a identificar el origen de estas dificultades y acompañarte en el proceso de mejorar la salud y el desarrollo de tu hijo. Una valoración temprana puede marcar la diferencia en su rendimiento escolar y bienestar integral.

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